Algunos remedios comunes
México, es un país exótico, cálido, mágico y rico en vegetación ya que disfruta de una gran gama de climas; éstos van desde desérticos hasta tropicales y extratropicales. Privilegiado por su ubicación geográfica, cuenta con innumerables ríos, lagunas, montañas y lagos y la comunicación con dos océanos. Se calcula que, de alrededor de ochocientas mil especies de diferentes plantas que existen más de cuarenta mil y de éstas, más de la mitad tienen propiedades curativas.
En México, pese a los adelantos científicos en el campo de la medicina, gran parte de sus habitantes curan y previenen sus enfermedades con plantas, pues además de su abundancia, existe un arraigo de tradición que ha sido heredada transmitida de generación en generación hasta nuestros días.
La herbología ha representado una opción económica para mitigar los males físicos y, en ocasiones, para salvar de la muerte a muchos de sus habitantes. Es común ver en las alacenas de cualquier cocina un ramo de flores de manzanilla que, ingeridas en forma de té, alivian el dolor estomacal causado por gases cuando hay un exceso de comida o por ciclos menstruales. O encontrarse en el botiquín un frasco de polvos de tepezcohuite para borrar cicatrices o aliviar quemaduras y cortadas. Para relajarse de las tensiones, nada mejor que tomar un té de tilo bien caliente y un baño de tina con hojas de lechuga; o bien, para curar esa terrible tos, prepararse un jarabe con flores de bugambilia del jardín.
Los curanderos o “yerberos”, a pesar de realizar prácticas médicas no reconocidas, siguen vigentes por la gran demanda de que son objeto. En la gran mayoría de los mercados del país imperan los comerciantes de hierbas, que por unos cuantos pesos venden plantas, semillas y raíces depositadas en coloridas mantas sobre el piso o en bultos que cargan ofreciendo su mercancía de pueblo en pueblo. A medida que la vida se encarece han proliferado también el número de establecimientos que comercian con productos naturistas con marca (nada baratos), ofreciendo desde maquillajes hechos a base de algas marinas y frutas, cápsulas elaboradas con plantas medicinales o tés y vitaminas, hasta pasteles elaborados con soja, levaduras y otros elementos energéticos.
